Mi señora madre, a quien yo admiro muchísimo, tiene un guardapelo poco común, traspasa tiempo y espacio con él, acorta distancias, y siempre está con ella.
Es una especie de relicario no físico, mas bien virtual, si se quiere, o sentimental. En él guarda momentos, emociones, situaciones, felicidades, sensaciones, percepciones, realidades, y cuanto mas aplique.
La idea es nombrar lo que sea que se quiera guardar, y esto automáticamente pasa al guardapelo, y por el hecho de apartarlo mentalmente como especial, en la cabeza se hace lo mismo, y nunca mas se olvida en la vida.
Me enseñó del guardapelo una mañana de domingo, me dijo "vicky, este momento va al guardapelo, acordate siempre de él, y sacalo cuando estés triste".
Todos tenemos un guardapelo, a pesar de no ponerle nombre, y todos apartamos cosas para recordar de por vida, cosas que, no importa lo que pase, siempre serán placenteras recordar.
Desempolvando un poco, abro mi guardapelo y tengo seis años, a la salida del colegio mi papá me va a buscar y me dice "tengo una buena noticia para vos, nació tu hermanito, vamos a conocerlo al hospital", entre otros tantos...
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