El despertador que suena en el sueño mas profundo, afuera aún es de noche.
El agua caliente, muy caliente golpeando en la nuca.
La pava hierve, la tostada es untada, la radio nos cuenta la temperatura desde su rincón.
Y así comienza un nuevo cuatrimestre, un nuevo cuatrimestre de levantarme sola a las 5, de vestirme en silencio, de café negro en taza grande, de ropa de cama de invierno, de lavarme la cara a las 2 de la mañana, de desear con todas las células una hora mas de sueño, de calculadoras calientes y escritorio desordenado, de ganas de llorar, un nuevo cuatrimestre de estudiar hasta donde me dan los huesos, de vender mi alma al diablo por un 4, de desear vacaciones de estudio, de hojas y hojas y hojas y hojas de papeles aguardando por ser leídas, subrayadas y resueltas
UBA, séame leve por favor.
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