senseless



sábado, marzo 11



Michael Corleone enarcó las cejas. Con voz suave, dijo:
- Como Consigliori, ¿estás de acuerdo en que es peligroso para el Don y nuestra Familia que Sollozzo esté vivo?
- Sí.
- Muy bien - replicó Michael -. Entonces tengo que matarlo.




Michael, de pie junto a la ventana de su despacho, miraba a Carlo pasear por la alameda. Hagen le sirvió una copa de coñac, que Michael le agradeció interiormente, y le dijo:
- Debes empezar a moverte, Mike. Ha llegado la hora.
- Preferiría no tener que hacerlo. Ojalá mi padre hubiese durado un poco más.
- No te preocupes, todo saldrá bien - animó Hagen -. Si yo no me di cuenta, piensa que los demás tampoco habrán olido nada. Lo planeaste todo a la perfección.
Michael se separó de la ventana.
- Buena parte de los planes los realizó mi padre. Nunca hubiera podido figurarme que fuera tan listo. Tú sí lo sabías.
- Como él no hay dos - respondió Hagen -. Pero tú lo has hecho muy bien. En realidad, no podrías hacerlo mejor. Y eso significa que no debes ser mal continuador.



Kay se movió un poco, lo justo para poder ver a su marido de perfil. Entonces Clemenza se dirigió a su marido llamándole Don Michael.
Kay vió como Michael recibía, de pie, el homenaje de aquellos hombres. Y se acordó de las estatuas de Roma, de las estatuas de los emperadores romanos, quienes, por derecho divino, eran dueños de la vida y de la muerte de sus súbditos.



Mario Puzo, El Padrino
1969


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Mi wonderful world

I see trees of green,
red roses too
I see them bloom
for me and you
And I think to myself
what a wonderful world

Come fly with me

El mundo es mi galletita

Pequeño tiempito

I'll have what she's having

Sindica

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