Digamos que todos tenemos dos opciones:
Puedo levantarme a las 5, cursar 6 horas, trabajar 8 hasta morir en mi cama a la hora de acostarme o puedo sentarme en una silla e imaginarme que alguien me come a besos la primer hora y media de mi dia, que mi trabajo sea nadar en una fuente de chocolate, y por la noche ir al planetario a dar vueltas entre estrellas que me cantan al oido.
Es la fina línea entre vivir en ambiente real, cualquiera sea, o vivir en un ambiente imaginario, y sus mil grises a los cuales estamos condenados.
Bendito cable a tierra que lo buscamos, lo buscamos y cuando raramente lo encontramos, lo dejamos ir, pues es mucho mas lindo nadar en una fueste de chocolate que costear servidores.
Es mucho mas fácil, lindo y cómodo imaginarnos en la relación ideal que afrontar al conformismo.
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