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Mi profesora de literatura de segundo año del colegio nos hacia hacer una investigación sobre el autor de cada libro que leíamos en clase. Decía que para entender un libro había que entender el contexto en el que había sido escrito así como las perturbaciones del autor.

Desde esa época me quedó el hábito de hacer eso, así fue como de a poco, cada cosa que leo la analizo desde dos puntos de vista: uno es el mero significado literal de lo que sea que estoy leyendo, la historia, la crónica, el poema, el segundo análisis es el mas interesante para mi, donde busco las razones internas del autor para escribir la obra en cuestión, que lo motiva, que lo inspira, y mas aún, como será la mujer o el hombre que inspira, cómo fue la vida de joven, que ambiciones tiene, y todas esas cosas que marcan a las personas en la forma de pensar, que después se ve reflejada en la forma de escribir.

Porque detrás de cada obra hay un autor que le dedicó su tiempo, a los chiquitos que nos regalan sus palabras, a los grandotes que no se dejan corromper por el lucro de sus novelas, a los que escriben en un librito negro perdido, a los que escriben para si mismos, a todos los que algún día leí, a los que leo y todos los que me falta leer, gracias.

Gracias por las rimas, por provocarme risa, o una mera sonrisa, por despertar bronca en mi, admiración o ternura. Gracias a cada uno de los que alguna vez escribieron algo por la llana razón de haberlo escrito para gente como yo.