senseless
viernes, agosto 4
Esa mañana había viento, ella se despertó cuando aún era de noche, mas tarde usaría al calor como excusa. Se levantó sintiéndose rara, no era habitual estar despierta a esa hora.
Fue a la cocina, no sabía que hacer, no tenía sueño, era temprano para comprar el diario, hacer el café o bañarse.
Escuchó el silencio, pensó en salir a caminar, las madrugadas de verano siempre tuvieron un misterioso encanto, la ciudad de era distinta, a ella le gustaba.
De repente se le ocurrió que esta era su oportunidad, el aire caliente de verano no lo sentía propio, tampoco el momento, no era ella.
Se vistió en el pasillo con ropa que había dejado en el baño la noche anterior, se puso las sandalias, se ató el pelo y se miró en el espejo grande.
Buscó lápiz para dejarle una nota, tal vez se despertaba, se iba a preocupar si no la encontraba. Pero, ¿que iba a poner? “te quiero”, “no me extrañes”, “perdoname”, se decidió por un llano “me fui”.
Cerró la puerta del lado de afuera, bajó 5 pisos por escaleras, el calzado era cómodo, pisó la vereda y se sintió libre, el aire caliente la envolvía. Se metió las llaves en el bolsillo, miró para todos lados, no sabía a donde quería ir, pero sabía que se quería ir de ahí, y no volver.
Fue a la cocina, no sabía que hacer, no tenía sueño, era temprano para comprar el diario, hacer el café o bañarse.
Escuchó el silencio, pensó en salir a caminar, las madrugadas de verano siempre tuvieron un misterioso encanto, la ciudad de era distinta, a ella le gustaba.
De repente se le ocurrió que esta era su oportunidad, el aire caliente de verano no lo sentía propio, tampoco el momento, no era ella.
Se vistió en el pasillo con ropa que había dejado en el baño la noche anterior, se puso las sandalias, se ató el pelo y se miró en el espejo grande.
Buscó lápiz para dejarle una nota, tal vez se despertaba, se iba a preocupar si no la encontraba. Pero, ¿que iba a poner? “te quiero”, “no me extrañes”, “perdoname”, se decidió por un llano “me fui”.
Cerró la puerta del lado de afuera, bajó 5 pisos por escaleras, el calzado era cómodo, pisó la vereda y se sintió libre, el aire caliente la envolvía. Se metió las llaves en el bolsillo, miró para todos lados, no sabía a donde quería ir, pero sabía que se quería ir de ahí, y no volver.
Publicado por vic | 15:50 | 4 comentarios 
4 Respuestas a “Madrugada”
Mi wonderful world
I see trees of green,
red roses too
I see them bloom
for me and you
And I think to myself
what a wonderful world
El mundo es mi galletita
Pequeño tiempito
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Buena historia.
Irse sin mirar atrás y ganas de verano.
Ah... como la dejaron a Carrie!
Perdón por lo trivial del comentario... es que me angustié un poquito.
deapoco, gracias, ganas de verano muchas, irse asi es muuuy feo.
cel, no lo vi ese capítulo, es la manera mas cruel de dejar a alguien, es irse sin animarse a mirar a los ojos
roy, snif =(
Keep up the good work » » »